Visitar Imerovigli en Santorini: Que saber antes de ir

Imerovigli es conocido como el “balcón de Santorini”, y con razón. Situado en uno de los puntos más altos de la caldera, ofrece algunas de las vistas más espectaculares de la isla, con menos gente que Oia o Fira.

Es ideal si buscas una experiencia más tranquila, romántica y silenciosa, sin renunciar al encanto visual que hace famosa a Santorini. Aquí no hay grandes multitudes ni tiendas por doquier, sino callejones serenos, hoteles con encanto y puestas de sol que parecen privadas.

Además, es un lugar estratégico para los amantes del senderismo, ya que forma parte del sendero escénico que une Fira con Oia. Incluso si no te alojas allí, vale la pena ir a pie desde Fira para disfrutar del camino y de su mirador natural.

En resumen: sí, Imerovigli merece muchísimo la pena, sobre todo si valoras el silencio, las buenas vistas y una atmósfera de calma. Es una versión más elevada —literal y emocionalmente— de lo que Santorini puede ofrecer.

Mi paso por Imerovigli fue uno de los momentos más especiales de mi viaje a Santorini. Llegué caminando desde Fira y ya el trayecto fue impresionante: acantilados, silencio, pequeñas iglesias y el Egeo brillando a un lado.

Cuando alcancé Imerovigli, sentí que el tiempo se había ralentizado. No había ruido, ni prisa. Me senté en una terraza a tomar algo y me encontré mirando el mar sin hacer nada durante casi una hora. Eso, en medio del ritmo viajero, fue un regalo.

Subí hasta la roca de Skaros, un antiguo bastión veneciano, y desde allí vi una de las puestas de sol más bonitas de mi vida. Sin gente alrededor, sin ruido, sin distracciones. Solo el sol, el mar y ese silencio tan raro de encontrar.

Imerovigli no es para quien busca acción, pero sí para quien quiere conectar con lo esencial del viaje: belleza, calma, horizonte. Si volviera a Santorini, elegiría este lugar para quedarme. No lo dudo.